En opinión del mandatario el ataque «expresa un claro saboteo a la paz total.
Petro, ante este hecho, solicitó al director de la Policía Nacional, Henry Sanabria, y a los ministros del Interior, Alfonso Prada, y de Defensa, Iván Velásquez, llegar a la zona del atentado y coordinar las acciones necesarias e instalar el Puesto de Mando Unificado por la Vida.
Asimismo, informó que una comisión especial de la Fiscalía General de la Nación llegará a San Luis, con el fin de adelantar las pesquisas de rigor.
«El Gobierno debe apersonarse, desde mañana mismo, de que esas familias tengan un mejor vivir, y eso con el presupuesto del Ministerio de Defensa, que es el presupuesto nacional”, enfatizó el gobernante.
Durante la clausura del sexto Encuentro de Empresarios del Transporte de Carga, que se llevó a cabo en Montenegro (Quindío), el mandatario consideró que no es posible que mueran ocho jóvenes de la Policía, que sus familias hagan el duelo en estos dos o tres días y que dentro de un año no se conozca qué pasó con sus seres queridos.
En este sentido, consideró que es preciso garantizar la atención permanente de los familiares de las víctimas.
En el encuentro con los transportistas de carga, aseguró que si los asesinatos entre jóvenes continúan no tienen ningún sentido las iniciativas de desarrollo del sector transportista.
«Porque, en el oficio de matarnos los unos con los otros, no tenemos posibilidades de pensar en el tren, ni pensar en la modernización de los camiones, ni pensar en la altillanura venezolana, ni pensar en la altillanura colombiana, ni pensar en la Comunidad Andina, ni en la infraestructura del sector educativo colombiano en crecimiento», afirmó.
Recalcó que los colombianos se enredaron en “una especie de sifón de sangre”, que no ha podido resolver en dos siglos, desde la fundación de la república por lo que urge decidir cuál es el camino de Colombia.
«¿Matarnos, transportar cocaína y oro, esa mezcla rara? ¿Cómo se verá eso de cocaína y oro mezclado? Eso es lo que nos está matando como sociedad, matando jóvenes, matándose entre sí los jóvenes, entre el oro ilícito y la cocaína ilícita», remarcó.
Agregó que en ese camino se desperdician estas posibilidades presentadas este día, que implican trabajo, pero que podría ayudar a construir una economía para la vida y no una economía para la muerte.
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