Ese volumen representará un 1,4 por ciento menos en relación con lo obtenido en 2021, disminución que estará concentrada en los cereales secundarios, ya que se espera que los rendimientos del maíz en la Unión Europea sean un 16 por ciento por debajo de su media quinquenal debido al calor y la sequía, precisó ese organismo.
La FAO incluyó en su reporte más reciente un alza en la producción mundial de trigo, en comparación con sus estimaciones de julio hasta los 777 millones de toneladas, descenso que consideró insignificante respecto a 2021.
Tal aumento será posible gracias a un nivel de cosechas sin precedentes en Rusia y a las condiciones meteorológicas propicias en América del Norte, en tanto se espera que la producción mundial de arroz descienda un 2,1 por ciento frente al máximo histórico alcanzado el pasado año.
El consumo mundial de cereales para el período 2022-23 se cifra ahora en dos mil 792 millones de toneladas, mientras se proyecta que sus existencias globales al cierre de la campaña del venidero año se contraiga en un 2,1 por ciento, hasta los 845 millones de toneladas.
Al cierre de esta semana la FAO informó que los precios de los cereales disminuyeron un 1,4 por ciento, un descenso impulsado por la reducción de los valores internacionales del trigo.
Dicha merma se debió a la mejora en las perspectivas sobre su producción en América del Norte y Rusia, así como por la reanudación de las exportaciones de granos desde los puertos ucranianos en el Mar Negro. Los costos medios del arroz se mantuvieron estables durante el mes de agosto, mientras la cotización de los cereales secundarios creció ligeramente por el incremento de las cotizaciones mundiales del maíz, derivado de unas condiciones de cultivo cálidas y secas en la Unión Europea y Estados Unidos.
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