Entre las razones están sequías o intensas lluvias y el incremento en un 30 por ciento del precio de fertilizantes y agroquímicos.
Esto hizo que las importaciones de granos básicos crecieron y la dependencia alimentaria ronda apenas el 50 por ciento por lo cual se hace necesario un incremento presupuestal, advirtió el CAP.
El campo está en una situación crítica, ya que además de los factores mencionados, la sequía ha retrasado las siembras del ciclo agrícola primavera-verano, y se han afectado los aspectos económicos derivados de la pandemia de covid-19 y de la guerra en Ucrania, indica la institución en su análisis.
José Amadeo Hernández, en nombre de las 10 organizaciones campesinas que integran la cúpula agraria, ubicó en más de dos mil 500 millones de dólares el aumento al presupuesto del Programa Especial Concurrente. Eso para recuperar el valor perdido por la inflación.
Entretanto en las ciudades, como es el caso de la capital, las autoridades estimulan la creación de huertos urbanos para suplir lo que se deja de producir en el campo.
En la alcaldía de Iztapalapa, en Ciudad de México, se calcula una superficie de seis mil metros cuadrados para huertos en lugares ociosos como los terrenos en los bajos de líneas de alta tensión y camellones o bordes de carreteras y avenidas en los que se cultivan hortalizas y plantas medicinales.
oda/lma