En un análisis del problema el banco central admite que la elevación del Indice del Precio al Consumidor (IPC) afecta a la mayoría de los hogares en México pero se ensaña con las familias pobres que están por debajo del 20 por ciento de percepciones.
Para ellos su canasta de consumo se ha encarecido 13.3 por ciento desde noviembre de 2020, por encima de lo registrado en cualquier otro segmento de la población dividida por ingreso, aclara.
El ente emisor detalla que en 84,5 por ciento de los hogares, la canasta de consumo incrementó de 8,0 a 17 por ciento desde el periodo de agosto a noviembre de 2020 y junio de 2022.
Sin embargo, al agrupar por ingreso, el peso de la inflación es mayor en los bienes y servicios que adquieren las familias de menores recursos.
Detalla que mientras la canasta de consumo incrementó 13,3 por ciento para el 20 por ciento de los hogares que cuenta con menores ingresos, lo hizo 11,6 por ciento para el otro extremo, el que mayores recursos percibe.
El costo de la canasta de consumo aumentó más para los hogares nucleares (12,4 por ciento) que para los hogares de dos personas (11,9 por ciento), los cuales a su vez tuvieron un aumento mayor que el de los hogares de una persona (11,1 por ciento), detalla el Banco de México.
Se debe a que las familias nucleares concentran una proporción relativamente más elevada de su gasto en el rubro de alimentos, los cuales han experimentado importantes niveles de inflación durante la pandemia de Covid-19, y el transporte por cuenta propia.
El encarecimiento de los alimentos en México, por arriba de 5,0 por ciento en más de un año y en meses recientes encima de 13, le mantiene entre las economías donde el Banco Mundial reporta alertas para la adquisición de comida.
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