Identificada como Bendito Cardoso Dos Santos, de 44 años, la víctima mortal recibió golpes de cuchillo y hacha, durante una discusión por cuestiones políticas.
El autor del crimen resultó reconocido como Rafael Silva de Oliveira, de 22 años.
De acuerdo con el delegado responsable del caso, Victor Oliveira, los dos hombres trabajaban juntos en el corte de leña en una propiedad y, en la noche del 7 de septiembre, comenzaron a discutir sobre política.
«Lo que llevó al crimen fue la opinión política divergente. La víctima defendía a Lula y el autor del delito a Bolsonaro», señaló Oliveira.
La Policía Civil precisó que Cardoso Dos Satos le dio un puñetazo en la cara a Silva de Oliveira y luego tomó un cuchillo. El ejecutor del homicidio entonces se abalanzó sobre la víctima y tomó el arma blanca.
Aún conforme a la versión presentada por el delegado, la víctima habría corrido y el victimario lo persiguió, y comenzó a golpearlo por la espalda, así como propinó otros en el ojo, cuello y frente.
De acuerdo con el comisario, el criminal fue hasta un cobertizo a recoger un hacha y se dirigió al herido aún vivo y le asestó otro golpe en el cuello.
Más tarde Silva de Oliveira escondió las armas del crimen y partió a Confresa, donde buscó ser atendido en un hospital, al presentar un corte en la mano y otro en la cabeza.
El sospechoso fue enviado a la comisaría para dar testimonio y confesó el hecho de sangre. Permanece preso de forma preventiva.
Por vez primera ocurre un crimen por razones políticas en plena campaña electoral en Brasil, que comenzó el 16 de agosto.
En julio estremeció a la sociedad brasileña el asesinato de Marcelo Arruda, miembro del Partido de los Trabajadores, perpetrado por un bolsonarista (adepto de Bolsonaro) que interrumpió una fiesta y disparó contra el guardia municipal en la sede de la Asociación Deportiva Salud Física Itaipú, en el sureño estado de Paraná.
G1 asegura que, con 214 casos en 2022, la violencia política creció 335 por ciento en Brasil en tres años.
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