El combinado azzurri impuso respeto desde el comienzo del partido y jamás estuvo debajo en todo el choque, hasta imponerse con tanteadores de 25-21, 25-22 y 25-21.
Daniele Lavia fue el máximo anotador para los bambinos al conseguir 13 tantos, y Klemen Čebulj fue el más sobresaliente por los derrotados, con esa misma cantidad.
La victoria le permite a los italianos volver a una final mundialista por primera vez desde 1998, y buscarán rescatar viejas glorias a costa de Polonia cuando se midan mañana por el oro.
Por su parte, Eslovenia disputará ante Brasil el tercer lugar de la justa.
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