Arce instó a dar continuidad a la “reconstrucción de la economía, la industrialización con sustitución de importaciones, la seguridad con soberanía alimentaria y el crecimiento con justicia social”.
El mandatario calificó de alentadoras las perspectivas del país y aseguró que Bolivia celebrará el bicentenario de la Declaración de Independencia en 2025 con grandes proyectos, ante un auditorio en que se encontraba el vicepresidente, David Choquehuanca; el titular del Senado, Andrónico Rodríguez, y de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani.
Asimismo, asistieron a la velada legisladores, ministros, altos jefes militares y en representación del cuerpo diplomático los embajadores de Argentina y Cuba, Ariel Basteiro y Danilo Sánchez, respectivamente.
El jefe de Estado enumeró los logros de estos casi dos años de gestión, sin dejar de lado resultados consolidados desde el inicio del Proceso de Cambio, en 2006, y que fueron interrumpidos por la “ruptura constitucional” de noviembre de 2019, lo cual retrotrajo al país al viejo modelo neoliberal.
La victoria del Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) en los comicios de octubre de 2020, con el 55,1 por ciento, significó también el retorno a “la senda de la estabilidad, la certidumbre y la esperanza para el pueblo boliviano” con la vuelta a la democracia intercultural y el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, enfatizó.
Esto se reflejó en una mejora sustantiva de indicadores económico y sociales que retrocedieron en el gobierno de facto de Jeanine Añez.
La pobreza, por ejemplo, se redujo del 39 por ciento en 2020 a 36 puntos porcentuales en 2021; y la extrema pasó del 14 por ciento en 2020 a 11 unidades sobre 100 en 2021.
“El desempleo también se redujo, a julio del presente año, la tasa de desocupación fue de 4,6 por ciento, siete puntos porcentuales menos que en julio de 2020”, sostuvo.
Comentó que a diferencia de lo que sucede en el resto del mundo, la inflación en el país altiplánico en agosto del año en curso fue de 1,6 por ciento como resultado del fomento de la producción y la disminución de las importaciones con políticas como el crédito Sí Bolivia y la inversión.
Esa estrategia inversionista en Cochabamba se concretó en 11 plantas que generan 325 fuentes de empleo directo y más de mil 300 indirectos, precisó.
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