Una nota de prensa del INAH señala que los restos arqueológicos están rodeados de construcciones contemporáneas y cercados por el avance urbano en el municipio de Tlalmanalco, en el estado mexiquense.
Las ruinas pertenecen al altépetl o señorío principal de la liga de pueblos chalcas, la Chalcayotl, y datan del periodo de ocupación mexica, indica la nota.
Ubicados en las céntricas calles de El Naranjo y Guerrero, cruce con la avenida de La Rosa, de la citada población, los restos de la edificación son parte del totehuacan, un barrio central de Tlalmanalco, explicó el arqueólogo del INAH, Hervé Víctor Monterrosa.
Esa zona, detalló, es un continuo de plataformas y nivelaciones, reflejo de una ocupación prehispánica, pero desgraciadamente se han levantado casas sobre ellas, aunque en este caso, el dueño del predio donde están los vestigios recurrió al Instituto para que analizara la estructura.
Monterrosa explicó que los elementos del basamento descubierto son solo una tercera parte del volumen de la construcción, el resto fue arrasado por la mancha urbana.
Sin embargo, se ha detectado un cuerpo arquitectónico de tres niveles, cuya base mide 12 por 18 metros, aproximadamente, y cerca de nueve metros de altura, desde el desplante de los muros hasta la parte superior.
Otro de los especialistas, el arqueólogo y arquitecto Ricardo Arredondo Rojas, destacó que en el primer cuerpo se encontraron unas cuarterías con restos de pisos de estuco, con las que se determinó la altura de los muros.
Dijo que la estructura presenta dos fases de ocupación: la primera, del año 1350 a 1465, muestra clara influencia chalca, con un sistema constructivo que utiliza argamasas a base de cal y tezontle triturado, así como fango del lago como aglutinante, y piedra de cantería.
La segunda, con ocupación del imperio mexica, a partir de 1465 y hasta al momento del contacto con los españoles, corresponde a la fase de ampliación del basamento, lo que se aprecia con la serie de cajones para rellenos constructivos edificados en esa área.
De acuerdo con los datos arqueológicos obtenidos hasta el momento, ambos investigadores plantean que se trata de una estructura habitacional de élite, quizá un área palaciega, dado que el material cerámico hallado en el lugar es fino, aunque falta analizarlo. Las investigaciones continuarán.
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