De acuerdo con la Agencia Nacional de Noticias, en los últimos acontecimientos un ciudadano irrumpió en la sucursal de Mareijah del Banco Libanés-Francés y otro asaltó la sucursal del Blom Bank en Concorde, para tensar la situación.
También fueron atacadas las oficinas del Banco Libanés-Francés de Kafaat y Hamra, así como la entidad del Líbano y el Golfo en Ramlet al-Baida, en la capital.
En el horario de la mañana, medios locales de prensa reportaron el asalto a la sucursal de BLOM BANK en el área de Al-Tariq Al-Jadida, al Banco Byblos en la región sureña de Ghazieh y otro en el Mediterranean Bank en Chehim, Monte Líbano.
Los hechos de la jornada suceden en medio de una serie de acontecimientos similares esta semana, iniciados por la depositante Sally Hafez, quien entró por la fuerza a la oficina del Banco BLOM, en Sodeco, para recuperar su depósito con el objetivo de tratar su hermana enferma.
En esa propia fecha, otra operación similar la realizó Rami Sharaf El-Din en Bank Med y en las últimas semanas se registran al menos 10 asaltos pues a mediados de agosto Sheikh Hussein invadió la sucursal del Banco Federal en el área capitalina de Hamra.
Ante este panorama, el ministro del Interior y Municipios en el Gobierno interino, Bassam Mawlawi, convocó a una reunión de emergencia con el objetivo de discutir medidas de seguridad ante los sucesos de hoy.
La Asociación de Bancos de Líbano anunció el cierre de sus instituciones por tres días desde el venidero lunes en rechazo a las agresiones físicas a los empleados.
Hassan Mughniyeh, jefe de la Asociación de Depositantes, confirmó en una entrevista con el sitio An-Nahar que la huelga de los bancos hasta el miércoles venidero no es la solución, porque decenas de intrusiones pueden llevarse a cabo al día siguiente y un mayor número de depositantes recurrirá a las armas para retirar su dinero.
Inflación del 890 por ciento, salario mínimo mensual menor a 25 dólares, devaluación de la moneda, altos precios en los artículos básicos y 2,2 millones de personas necesitadas de alimentos ejemplifican las condiciones de vida de los libaneses, de acuerdo a informes de entidades especializadas de Naciones Unidas.
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