De acuerdo con un informe del Centro de Estudios de la Confederación General de Industrias (Cofindustria) divulgado este sábado por el diario La Repubblica, la situación es muy compleja debido a que “la subida de los precios del gas desde agosto se ha descontrolado”.
El análisis muestra que “la resiliencia de la industria está contra las cuerdas, tras demasiados meses del impacto de la energía cara en los márgenes de las empresas”.
Por otra parte, “la inflación récord erosiona los ingresos de los hogares y amenaza el consumo, protegido (en parte y no por mucho tiempo) por los ahorros acumulados”, agrega el documento.
En el estudio de Cofindustria se incluyen dos simulaciones econométricas para el precio de la energía en 2023, una sobre la base del valor medio de agosto, de 235 euros/mwh y el segundo a 298 euros/mwh, que es el nivel medio esperado para el futuro.
En el primer caso el impacto para la economía italiana se estima en un menor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,2 por ciento, mientras que en el segundo escenario sería del 3,2 por ciento, acumulado en el bienio 2022-2023.
También la Confederación Nacional de Agricultores de Italia (Coldiretti), dio a conocer el viernes último un informe donde señala que en los últimos meses los precios de los alimentos subieron un 10,5 por ciento y más de la mitad de la población redujo las compras.
El reporte indica que el aumento de los costos afecta severamente a toda la cadena agroalimentaria comenzando por el campo, donde una finca de cada 10 se encuentra en una situación tan crítica como para llevar al cese de la actividad.
Coldiretti añade que el 34 por ciento de las empresas agrícolas se encuentran actualmente obligadas a trabajar en condición de ingresos negativos debido al aumento de los precios.
El incremento de los costos va desde + 170 por ciento para fertilizantes hasta + 90 por ciento para los piensos y + 129 por ciento para el diesel, precisa.
Ante tal situación Ettore Prandini, presidente de Coldiretti, demandó una acción inmediata del Gobierno dirigida a contener el acelerado encarecimiento de la energía y el aumento de los costos de producción con el fin de “salvar las granjas”.
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