La iniciativa, explicó un comunicado, facultará a la Comisión Europea (CE) para conminar a las compañías y conglomerados en la zona geográfica a privilegiar a las mercancías consideradas claves, así como hacer acopio de estas.
El proyecto normativo propiciará a la CE de prerrogativas para ordenar a los 27 estados miembros del bloque reorganizar sus cadenas de suministros y aumentar el abastecimiento de bienes de interés lo antes posible.
Las medidas extenderán su accionar, de igual modo, a la ampliación o reutilización de las capacidades de producción existentes, a la creación de otras nuevas y a la comercialización de insumos considerados medulares en el enfrentamiento a la crisis que enfrenta la “Zona euro”.
El instrumento, señalaron especialistas del área, intenta responder a la compleja situación en las cadenas de suministros generadas por la pandemia de la Covid-19 y por las medidas antirrusas implantadas por naciones europeas.
Asimismo, apuntan los expertos que la medida replica otras similares implementadas por EE.UU y Japón ante el contexto económico internacional actual.
Los especialistas proyectan también un fuerte rechazo hacia la iniciativa por parte de algunas empresas y países miembros de la entidad geopolítica continental, al considerarla una extralimitación de las facultades de la Comisión Ejecutiva de la UE.
De igual modo, detractores de la medida apuntan que esta puede infringir las obligaciones contractuales de las empresas y exponer secretos corporativos.
En tanto, la normativa impondrá multas de unos 300 mil euros para las compañías que proporcionen información engañosa acerca de su producción, así como de un 1,5 de la facturación media diaria para aquellas que no cumplan con la orden de dar prioridad a los productos claves.
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