Lagarde acentuó que la medida prevé modelar un escenario que restrinja el crecimiento económico ante la realidad inflacionaria “inaceptablemente alta” que azota al bloque geopolítico, integrado por 27 países.
Expertos del área señalaron que aunque el ritmo de incremento de las tasas de interés del BCE registra un rápido aumento, la inflación se eleva a la par.
Asimismo, los especialistas apuntaron que incluso las expectativas inflacionarias a más largo plazo proyectan cifras por encima del dos por ciento, meta marcada por la entidad financiera europea.
En tanto, Lagarde aseveró que si existieran evidencias de un retroceso inflacionario o de un desanclamiento de las expectativas del alza de los precios, la tasa de política monetaria compatible con la meta de su institución estaría en territorio restrictivo.
Agregó que si el actual choque de oferta causado por la demanda de energía reduce el potencial del bloque comunitario, entonces la entidad financiera que preside tendría que actuar para enfriar la sobresaturación del consumo.
Mientras, autoridades monetarias del continente hablan de pausar los aumentos de sus tasas una vez que el BCE alcance el llamado “nivel neutral», un escenario que ni estimula ni frena el crecimiento.
Por su parte, Lagarde no ofreció pistas sobre el alza de tasas de octubre y subrayó que el BCE decidirá sus siguientes movimientos en cada reunión.
Esto se contrapone a las proyecciones de los inversores, divididos en la actualidad entre un aumento de la tasa de 50 y 75 puntos básicos para el próximo mes, con alzas posteriores en cada encuentro de los especialistas de la entidad financiera hasta la primavera boreal.
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