La institución permitirá asegurar los salarios del sector público y privado después de transferirlos, así como brindar atención al cliente ante cualquier necesidad.
En una reunión, la Asociación resolvió garantizar la continuidad del servicio a la población en medio de las difíciles condiciones de seguridad actuales y en ausencia de una protección adecuada por parte del Estado libanés.
La entidad anunció el miércoles pasado el mantenimiento de la huelga en rechazo a los allanamientos de los depositantes, quienes intentaron recuperar sus fondos congelados a causa de la crisis económica y financiera en la nación.
De acuerdo con economistas, durante más de dos años y medio, los bancos de Líbano impusieron restricciones sobre el dinero de los depositantes en moneda extranjera, especialmente el dólar estadounidense y establecieron estrictos límites para retirar sus fondos en libras libanesas.
En la percepción general de los ciudadanos, el gobernador del Banco Central de Líbano, Riad Salameh, figura como uno de los artífices principales del peor colapso del país en su época moderna.
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