De acuerdo con ese programa de la Organización de las Naciones Unidas, la intensificación de la crisis económica sigue amenazando la seguridad alimentaria de esta nación del sur de Asia, mientras persisten los elevados precios de los alimentos y del combustible, y la situación podría deteriorarse aún más.
El PMA resaltó que un cuarenta por ciento de las familias esrilankesas enfrentan un consumo insuficiente de comida, pues los precios de los alimentos son muy altos en todo el país insular del océano Índico.
Hasta la fecha, el PMA recibió 29,35 millones de dólares de varios gobiernos, así como del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia de la ONU, del sector privado y donantes multilaterales, pero esto representa casi la mitad de su llamado de emergencia por 63 millones de dólares.
Sri Lanka sufrió este año los efectos de la peor situación económica nacional en más de 70 años, agravados por el impacto de la subida de los precios de las materias primas y los productos básicos en los mercados internacionales.
La isla surasiática cayó en el impago de su deuda externa de 51 mil millones de dólares y tuvo que solicitar un paquete de rescate al Fondo Monetario Internacional para reestructurar sus adeudos.
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