Al menos 36 personas fueron internadas en hospitales aquejados de vómitos, dolores de cabeza y calambres estomacales, de ellos 30 están en situación grave, dijeron las autoridades sanitarias.
Las víctimas del envenenamiento colectivo adquirieron lo que en algunos países se conoce como “matarratas” y en otros «garrafón» en un puesto cuyo propietario, un hombre de 48 años, fue arrestado para determinar su responsabilidad en el incidente.
En Marruecos está prohibido a los musulmanes el consumo de bebidas espirituosas, pero la medida no se extiende a los no creyentes enb otras confesiones en el Islam, aunque su venta y transporte se realizan con discreción para evitar ofender a la mayoría de la población.
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