Las manifestaciones son apoyadas por otros centros con diversas acciones de protesta y en algunos de ellos los alumnos permanecen durante las noches.
En un principio, los jóvenes criticaron las políticas educativas del gobierno de la ciudad, la mala calidad de las comidas y del programa Actividades de aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores, como parte del cual, en lugar de recibir orientación y preparación, son obligados a fregar platos y servir comida.
Sin embargo, durante las últimas horas condenaron que el Ministerio de Educación porteño y la administración capitalina se niegan a dialogar y enviaron policías a amedrentarlos y a amenazar a sus padres con procesamientos judiciales y multas.
De acuerdo con la agencia de noticias Télam, las familias comenzaron a organizarse a través de diferentes organismos y abogados para responder a las advertencias de denuncias penales y contravencionales.
Esas acciones de las autoridades locales fueron cuestionadas por el Frente de Todos y agrupaciones como las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes repudiaron “la persecución a estudiantes y familiares de escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires”.
Ratificamos la defensa del derecho a la educación pública, libre, de calidad y gratuita, señaló esa organización.
Por su parte, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez, criticó la decisión de las autoridades capitalinas de dar órdenes al Poder Judicial y a la Policía para amedrentar a ciudadanos en sus casas en plena noche.
“Apelan a la persecución para gobernar. Es gravísimo. Es la esencia de la nefasta antipolítica de Horacio Rodríguez Larreta (jefe de Gobierno de Buenos Aires)”, aseveró.
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