Ello como parte de la pesquisa que adelanta la fiscal Gabriela Fosseti y la cúpula de la Dirección Nacional de Identificación Civil (DNIC), donde hace 20 años trabajo Astesiano, presumiblemete a la cabeza de una red que proporcionaba documentación falsa a ciudadanos rusos.
Autoridades de la DNIC denunciaron al menos 60 casos en los que ciudadanos del país europeo accedieron a cédulas y pasaportes uruguayos mediante documentación falsa, gestionada por la banda delictiva del exhombre de confianza del presidente Luis Lacalle Pou.
La fiscal dijo que los documentos adulterados podrían llegar a miles.
Según el diario El País, desde 2019 un directivo de la DNIC solicitó incrementar la seguridad de la institución para neutralizar intentos de falsificación.
Al respecto se hizo un llamado a licitación para adquirir un nuevo programa, a un costo de cuatro millones de dólares, divulgó el rotativo.
Pero la intención llegó tarde. Los investigadores comprobaron que la red de Astesiano tenia cómplices en el Registro Civil y al menos dos de sus funcionarias firmaron como testigos partidas de nacimiento falsas.
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