Moldavia sigue siendo el país más vulnerable de Europa en términos de energía; nuestros esfuerzos para diversificar las fuentes y la eficiencia energética darán frutos a mediano plazo, pero hoy necesitamos apoyo, destacó.
De acuerdo a la mandataria, en la actualidad la nación se encuentra bajo la amenaza de cortar el suministro de gas y electricidad, pues los precios de la energía son muy inestables y altos.
Este problema, según ella, se convirtió en una cuestión de supervivencia para su país, indicó la televisión en esta capital.
Maia recordó que la inflación en el país subió al 35 por ciento y las cadenas de suministro se han destruido, mientras los mercados de venta para los exportadores moldavos se perdieron por la situación en Ucrania.
Con una presión cada vez mayor sobre el presupuesto, Moldova necesita apoyo financiero para equilibrar el presupuesto para 2023, precisó.
El desafío con los hidrocarburos en los países del viejo continente se agudizaron después del estallido del conflicto bélico en Ucrania del Este.
Varios países occidentales activaron sanciones económicas contra Rusia después de que su Gobierno reconociera a las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk e iniciara una operación militar especial ante la solicitud de ayuda de estas para contrarrestar la agresión de grupos paramilitares neonazis y el Ejército de Kiev.
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