El evento mundial, con asistencia de 135 ministros, viceministros de cultura y numerosos invitados especiales, aprobó en su sesión de clausura una amplia relatoría sobre los tres días de sesiones de la conferencia que se realizó en México.
Figura en la relación de actividades y propuestas, una en la cual se pide que se continúe con este tipo de eventos y no esperar como hasta ahora 40 años para que celebrar un evento de esta envergadura.
La sesión fue abierta por su presidenta, la secretaria de Cultura de México, Alejandra Frausto, quien calificó de histórico el encuentro en el cual analizaron 18 temáticas en 13 eventos simultáneos.
El balance presentado destaca los hechos más relevantes que integran en sí mismos, un plan de trabajo, dividido en cuatro aspectos principales.
El primero de ellos está relacionado con el tema desafíos contemporáneos actuales marcados por una crisis de vulnerabilidad de las políticas culturales, climáticas, la igualdad, y una educación sin los montos de inversiones que debe tener, y la necesidad de fortalecer los vínculos entre las culturas de países y regiones del planeta.
También plantea la batalla por la libertad de expresión, el respeto a los derechos humanos, la participación de la sociedad civil en determinaciones mediante una mayor inclusión que tome en cuenta a los jóvenes y la igualdad de género, y la lucha contra el comercio ilícito de bienes culturales.
Un segundo ítem está relacionado con las conclusiones de cinco paneles de trabajo sobre patrimonio y diversidad cultural, amenazas que se ciernen sobre el sector, conflictos armados, destrucción intencional de patrimonio material y un llamamiento unir esfuerzos en la condena de las agresiones a la cultural universal.
El tercero se refiere al papel transformador de la cultura en el desarrollo sostenible en un panorama mundial que debilita las políticas culturales estatales y privadas, la necesidad de una mayor inversión en todas las manifestaciones culturales y formación técnica y profesional.
Finalmente, el cuarto aspecto hace mención al futuro de una economía creativa, que cohesione a las sociedades e incluya criterios de diversidad cultural, a los jóvenes y actividades colectivas, así como alerta del impacto de la transformación digital.
Por su parte, Frausto recordó que la relatoría es resultado de un consenso y una visión común para el futuro del sector cultural, no es un punto final sino de partida que debe tener como centro la cooperación regional en una fundamental economía creativa, programas y políticas intersectoriales.
Dijo que Mondiacult 2022 es un nuevo compromiso cultura para novedosas formas políticas para el bienestar social, y finalizó con el llamado a no esperar otros 40 años para tratar asuntos tan trascendentes y reunirse periódicamente.
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