Tras lamentar la muerte de esas personas, la coordinadora de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Sara Beysolow Nyanti, declaró que este mes resultaron ultimados colaboradores en los estados de Jonglei (centro) y Unity (norte), además de un tercero en el condado de Guit.
Advirtió, asimismo, que debido a la violencia e inseguridad reinantes en territorios de este país africano se dificulta el traslado de ayuda humanitaria para socorrer a comunidades necesitadas.
La funcionaria también pidió a las autoridades nacionales protección a los empleados humanitarios, cuyas vidas corren peligro frente a los embates de grupos armados.
A inicios de este mes, organizaciones de asistencia reportaron, por otro lado, que en medio de enfrentamientos armados en el estado de Unity desde el 11 de febrero al 31 de mayo pasados se registró la muerte violenta de 173 civiles.
Diversos territorios de Sudán del Sur, país que se independizó del vecino Sudán en 2011, son actualmente escenario de choques armados entre pastores y agricultores por el control de tierras fértiles y de ganado.
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