El accidente se originó cuando un grupo de hinchas subió al techo del coloso y se colgó de los carteles, lo cual provocó que éste cediera.
Unas 15 mil personas participaban en ese momento en el estadio en el llamado “arengazo” para alentar al equipo previo al juego con la Universidad Católica.
Todas las entradas fueron vendidas para el partido del domingo, cuando se espera la presencia de más de 40 mil aficionados.
La seguridad del fútbol está en el centro de atención luego de que el guardameta Martín Parra, de la Universidad de Chile, fuera agredido con bombas de ruido y debiera ser hospitalizado por un trauma auditivo en el choque de cuartos de final de la Copa Chile.
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