Aupada por la Intendencia de Montevideo, en manos del opositor Frente Amplio, la manifestación marca su trigésima edición, lo cual pone a Uruguay en la vanguardia del respeto a tales segmentos poblacionales en Latinoamérica y el Caribe.
Durante todo septiembre la comuna capitalina promovió actividades para “reivindicar la diversidad y promover los derechos de las personas LGBTIA+ frente a las formas de discriminación con las que esta población convive todos los días”, según el sitio web de la Intendencia, que encabeza Carolina Cosse.
La marcha comenzó en la Plaza del Entrevero y llegará hasta el Palacio Legislativo, en medio de medidas de seguridad y otras para prestar servicio a los participantes.
«Basta de discriminación, la lucha contínua», dijo a Prensa Latina Armandía Gondía, una de las participantes, en medio de la colorida multitud.
La vocera de la Coordinadora, Daniela Buquet, puntualizó que la consigna de los ciudadanos marchantes es «Las calles son nuestras, el Estado tiene que dar respuestas».
Explicó que tal lema explica la necesidad de reivindicar la oportunidad de «tomar el espacio publico» junto a organizaciones sociales, en un contexto donde opinó que se «criminaliza la protesta».
Montevideo no fue el único lugar para tales reclamos. Las manifestaciones LGBTIA+ encontraron espacios en otras localidades de este país sudamericanos.
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