El estudio realizado de forma conjunta por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) y la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) refiere que la mayoría de esos fallecimientos ocurrieron entre personas de 65 años o más.
Según el reporte, el nivel de mortalidad registrado durante el verano pasado, cuando las temperaturas sobrepasaron los 40 grados centígrados en algunas regiones de Inglaterra, fue el más alto registrado en el país desde la implementación del plan para las olas de calor en 2004.
Estas cifras demuestran claramente que las altas temperaturas pueden provocar la muerte prematura de las personas vulnerables, comentó Isabel Oliver, directora científica de la UKHSA, tras apuntar que un clima cada vez más cálida implica que debemos adaptarnos a tener veranos más calientes en el futuro.
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