La enfermedad se trasmite a gran velocidad en la capital haitiana con 152 casos sospechosos, 12 confirmados y cuatro muertes institucionales, a las que se suman al menos siete comunitarias, según el balance más reciente del Ministerio de Salud y Población.
La Oficina de Asistencia Legal a Personas Vulnerables llamó a las autoridades a adoptar las medidas necesarias para brindar una solución urgente a la situación de los detenidos.
Las muertes en las prisiones aumentaron este año ante las malas condiciones de los centros penitenciarios, falta de alimentos y agua, además de la sobrepoblación que actualmente cuenta con una tasa de 401 por ciento, de acuerdo con un informe de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití.
Ante este escenario el cólera puede propagarse en las cárceles y provocar una crisis humanitaria, advirtieron organizaciones de derechos humanos.
La situación se torna más compleja por el bloqueo que por casi un mes mantienen bandas armadas a la principal terminal petrolera del país, lo cual forzó el cierre de hospitales, la reducción de los servicios de los que aún están abiertos, así como la paralización de las potabilizadoras de agua.
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