Para el especialista libanés, la oferta iraní recibe el rechazo de una parte de los políticos nacionales precisamente porque es real y verdadera y prefieren continuar al servicio estadounidense y no resolver la crisis eléctrica del país.
En diálogo con Prensa Latina, el estudioso en temas económicos y energético subrayó que Teherán alertó a Líbano desde el 2007 de un gran colapso en la industria y puso a su disposición varios planes de ayuda.
Sin embargo, los ofrecimientos de 2007, 2008, 2016 y 2019 no fueron aceptados, incluso la disposición iraní de brindar dos centrales electroenergéticas con una potencia de dos mil megawatts para iluminar al Líbano entero, expresó.
Irán facilitó el cobro en moneda nacional, el intercambio de experiencias, equipo de ingenieros y técnicos para mejorar las redes de transmisión y distribución, un plan con todos los componentes para solucionar el problema de la electricidad que le ahorra a Líbano cuatro mil millones de dólares anuales, señaló.
Nasreddine puntualizó que todos en Líbano reconocen, incluso los primeros que rechazaron la contribución, del éxito de la nación persa en cualquier proyecto a su cargo, como demostró el apoyo al país a raíz de la guerra civil de julio de 2006, la reconstrucción de Beirut, los suburbios, el sur y la Beckaa.
El investigador puntualizó que llega un nuevo ofrecimiento por intermedio de Sayeed Nasrallah, líder de la Resistencia islámica libanesa, que está fuera del marco de las sanciones y unos la consideraron humillación, otros quieren mantener la explotación, la corrupción, los monopolios y los intermediarios prefieren seguir al servicio estadounidense.
Todo el mundo sin excepción es consiente que la solución al problema de la electricidad en Líbano constituye el paso básico para la implementación de las reformas y la solución a la economía nacional, añadió.
El analista insistió que los políticos libaneses obstaculizan las ofertas reales pues requieren del visto bueno de Estados Unidos como si la nación perteneciera a Washington y no fuera un país independiente.
A mediados de septiembre pasado, Irán anunció un donativo de 600 mil barriles de combustible para aliviar la crisis en el sector energético del país y una delegación técnica de Líbano visitó Teherán con el fin de completar la ayuda total.
El sector de la Energía constituye uno de los más afectados por el colapso económico y financiero en Líbano con apenas dos horas de suministro diario por la empresa estatal.
Cifras de entidades especializadas de Naciones Unidas manifestaron que la crisis energética amenaza en el presente la sostenibilidad de servicios básicos de agua y salud en todo el territorio nacional, lo que pone en peligro la vida de miles de familias en Líbano.
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