Varias generaciones de admiradores depositaron rosas junto a las cenizas acompañadas por las ofrendas florales a nombre del General de Ejército Raúl Castro y del presidente Miguel Díaz-Canel.
Al tributo asistió su compañero de vida, el también actor Mario Limonta, quien le acompañó en numerosas caracterizaciones que forman parte del imaginario colectivo por su gracejo, autenticidad y talento.
Cubana al cien por ciento, el pueblo la reconoció como “la mulata Estelvina» que aportaba gracejo y mucho carisma al emblemático programa Alegrías de Sobremesa, uno de los espacios de mayor audiencia en la radio nacional.
Sobre el legado de la Premio Nacional del Humor del 2006, Roberto Ferguson afirmó recordarla «cuando trabajamos para la televisión el programa Melodía Candente de Nicolás Dorr, en el cual demostró que no sólo era una actriz humorística, tambien una excelente artífice del drama».
Colegas de la emisora Radio Progreso dieron también su último adiós a la entrañable actriz, poseedora del Premio Nacional de la Radio del 2009 gracias a su labor por más de cinco décadas en la conocida Onda de la Alegría.
Destacó, además, la presencia del jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Rogelio Polanco, y Alfonso Noya, presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión, junto al viceministro de Cultura Fernando Rojas y otras autoridades que firmaron el libro de condolencias y realizaron guardia de honor.
Toda Cuba le estará eternamente agradecida por su excelencia artística y su entrañable amor por las raíces y la cultura de la nación, honor y gloria a Aurora Basnuevo, rubricó el funcionario del PCC.
La ceremonia estuvo acompañada por la exhibición audiovisual de sus logradas interpretaciones en la televisión y el cine como los filmes El encuentro, Vals de la Habana Vieja, Cuarteto de La Habana, Salsa y Havana Blues y Adela, cortometraje que asumió de la mano del director Humberto Solás.
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