La medida podría generar críticas ante este incremento de la vigilancia contra los ciudadanos, con el pretexto de monitorear a supuestos grupos extremistas, algunos de los cuales estuvieron vinculados al ataque al Capitolio el 6 de enero pasado, como Proud Boys y Oath Keepers.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tiene limitaciones en cuanto a cómo monitorear a los ciudadanos en línea sin justificación y tiene prohibido realizar actividades como asumir identidades falsas para obtener acceso a aplicaciones de mensajería privada.
En cambio, según las leyes, las autoridades federales solo pueden navegar a través de información no protegida en sitios de redes sociales como Twitter y Facebook y otras plataformas abiertas, pero según dijeron múltiples fuentes a CNN se discute dentro del DHS, permitiría, en efecto, a esa agencia federal eludir esos límites.
Al asociarse con firmas de investigación que tienen más visibilidad en este espacio, el DHS podría obtener información que probablemente sería beneficiosa tanto para esa entidad como para el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que no puede vigilar a los ciudadanos estadounidenses de esta manera sin primero obtener una orden judicial o tener el pretexto de una investigación en curso.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) también tienen limitaciones para recopilar inteligencia en el territorio nacional.
El artículo, firmado por Zachary Cohen y Katie Bo Williams, señala que todo eso deja a la administración Biden ante la disyuntiva de cómo abordar los errores cometidos durante el mandato de Donald Trump (2017-2021).
Al mismo tiempo encontrar formas de responder a lo que los críticos califican de fueron fallas flagrantes de las agencias de inteligencia estadounidenses para actuar ante las advertencias antes del ataque del 6 de enero al Capitolio de los Estados Unidos.
‘Tales métodos le dan argumentos a muchos legisladores para bloquear recursos financieros a esa agencia federal’, dijo un asistente del Senado a CNN.
Pero algunas de las empresas de investigación y grupos sin fines de lucro que el DHS intenta utilizar en estos planes, utilizan periódicamente identidades encubiertas para acceder a grupos privados de redes sociales como Telegram y otros utilizados por grupos extremistas nacionales, lo cual según especialistas citados por CNN, lleva al DHS a una posible actuación ilegal.
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