Por la parte anfitriona, las pláticas fueron conducidas por el canciller, Téte António, quien también recibió los saludos por fin de misión del embajador maliense, Diamou Keita.
Durante la audiencia, el funcionario ofreció información actualizada sobre la situación interna en Mali e indicó que las autoridades de transición en su país “están haciendo todo lo posible para retornar a la normalidad constitucional”.
En ese sentido, destacó el apoyo de todos los gobiernos africanos y en particular de Angola, con la cual mantienen fuertes lazos históricos de amistad.
Ubicada en la región occidental de África, la República de Mali es un Estado sin salida al mar, ligado por límites territoriales con otros siete países, a saber, Argelia (al norte), Níger (este), Mauritania y Senegal (oeste) y Costa de Marfil, Guinea y Burkina Faso (sur).
Según datos oficiales, es el tercer mayor productor oro del continente, al alcanzar unas 54 toneladas anuales, y entre sus recursos naturales también sobresalen la sal y el uranio. No obstante, el peso de la generación de riquezas radica en el sector agro-pastoril, que contribuye a la formación del 45 por ciento del Producto Interno Bruto y emplea alrededor del 80 por ciento de la población económicamente activa.
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