Este martes en la noche los diputados del Partido Nuevas Ideas (56 votos), con el respaldo de otras agrupaciones minoritarias, sacaron adelante la “Ley Especial para el Ejercicio del Sufragio en el Extranjero”, pese a que sus adversarios alegaron que la normativa “no garantiza la seguridad y confianza en el voto”.
El fantasma del fraude con la manipulación de las boletas desde hace meses se alzaba como un valladar que demoró esta ley saliera adelante en el foro legislativo.
Sin embargo ya eso es historia pasada luego del voto en el Parlamento, y ahora, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) está facultado y obligado a contratar a una empresa para que aplique un sistema de votación electrónica para los salvadoreños desde el exterior en las elecciones presidenciales y legislativas a partir de 2024.
Según medios como el Diario El Salvador con este paso el gobierno “salda deuda histórica y la diáspora salvadoreña votará en las elecciones de 2024” y además podrán postularse a cargos de elección popular. La ley fue respaldada por 66 votos de los 84 que conforman el foro.
Pese a las objeciones de la oposición, los partidos que apoyan al gobierno del presidente Nayib Bukele y su reelección en 2024, estiman que el voto remoto por internet tendrá mecanismos de seguridad para autenticar la identidad del elector que serán estipulados por el TSE. Asimismo, el sufragio electrónico presencial requerirá que el elector vaya a un centro de votación, consulados u otro, donde podrá votar con Documento UNico de Identidad (DUI) emitidos fuera de las fronteras, y podrá ser ejercido por quienes usen pasaporte.
El diputado Johnny Wright Sol, del partido Nuestro Tiempo, en la oposición, dijo que el voto remoto por internet es el “producto más riesgoso” en la historia electoral del país. Reclamó desigualdad y exclusión, posible duplicación de votos o la probable anulación de otros votos.
Criticó la norma “como una estrategia electoral de los que hoy ocupan el poder” con lo que, dijo, lo único que se logra garantizar son las dudas y la desconfianza que nublarán el proceso electoral de 2024.
Mientras Anabel Belloso, del partido El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) explicó que el empadronamiento es “requerido” y opinó que “no hay garantías de que el registro de salvadoreños vaya ser un fiel reflejo de los salvadoreños aptos para votar”.
Mientras la diputada Claudia Ortiz, del Partido VAMOS, opinó que “fácilmente se puede meter equis cantidad de votos… Hay demasiadas cosas que pueden dar espacio al fraude electoral, es muy grave lo que se quiere aprobar”.
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