El acuerdo se produjo durante un diálogo, que contó también con la participación de los Servicios Penitenciarios y el Centro Africano para el Tratamiento y la Rehabilitación de las víctimas de la tortura.
La reunión tuvo como objetivo encontrar soluciones a las numerosas denuncias realizadas contra las fuerzas de seguridad.
Como resultado, las partes reunidas acordaron promover la relación estratégica seguridad-civil para una convivencia pacífica; así como brindar apoyo sicológico y económico a los torturados.
En sus comentarios, el director de derechos humanos de las Fuerzas Armadas, coronel Deo Karikona, aseguró que se incorporará el concepto de tortura en las instituciones de formación para concientizar a los agentes.
Además, llamó a las fuerzas a trabajar juntas para fortalecer el consorcio de derechos humanos.
Por su parte, el portavoz Adjunto de Defensa, Deo Akiiki, señaló que Uganda ratificó las Convenciones contra la Tortura por lo que los representantes de seguridad están obligados a cumplirlas.
Con respecto al número cada vez mayor de casos de tortura, Akiiki instó a los investigadores a actuar con la debida diligencia con los reclamantes y a trabajar mano a mano con las agencias del orden y la paz.
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