En una conferencia de prensa Yalali, reveló que desde que iniciaron las manifestaciones el pasado 16 de septiembre, por la muerte de la joven Mahsa Amini, esta nación sufrió al menos 120 ataques cibernéticos, la mayoría de los cuales se frustraron.
Entre ellos, dos o tres dirigidos a infraestructuras de combustible y explicó que se utilizaron sistemas de alta calidad de fabricación nacional.
El directivo denunció que la nación persa enfrenta “una guerra híbrida” en la que participan las plataformas de redes sociales de Estados Unidos, como Instagram, la cual censuró publicaciones con imágenes y comentarios en apoyo al asesinado comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) Qasem Soleimani.
Expuso que esa red social guarda silencio ante las publicaciones que enseñan cómo organizar disturbios y caos o fabricar artefactos explosivos para ser usado en Irán.
“Hemos sido testigos del mayor ataque mediático, cibernético y cognitivo contra Irán, el mismo que habría destruido a cualquier país”, subrayó.
Las autoridades y los altos mandos iraniés aseguran que detrás de las manifestaciones por la muerte Amini, está la mano de Occidente, Estados Unidos e Israel, quienes financian los disturbios para promover el caos en el país.
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