Los conflictos, con sus secuelas de desplazamientos, destrucción de medios de subsistencias y daños a las economías, agravadas por la Covid-19 y los fenómenos meteorológicos extremos, clasificaron como causas fundamentales de una mayor hambruna en el mundo, identificó el reporte del organismo mundial.
África persiste como el continente más afectado con el 63 por ciento del total mundial de personas en crisis, particularmente en África central y meridional con el 40,2 millones, frente a 32,2 millones en 2019.
Encabezan la lista de naciones con mayor crisis República Democrática del Congo, Siria, Nigeria, Sudán, Afganistán, Burkina Faso y Honduras, Burundi, Camerún, Mozambique, Sierra Leona y Uganda.
Como preámbulo del texto, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, destacó que la edición de este informe es ‘una lectura desalentadora’ por el alza de personas en condiciones de ‘inseguridad alimentaria aguda y que necesitan asistencia alimentaria, nutricional y de subsistencia urgente’.
Tras señalar los factores determinantes, precisó que ‘conflicto y hambre se refuerzan mutuamente’ y apuntó la necesidad de enfrentar esos dos flagelos juntos ‘No se pueden resolver por separado’, acotó.
El hambre y la pobreza, escribió, se combinan con la desigualdad, los choques climáticos y las tensiones por la tierra y los recursos para provocar e impulsar el conflicto.
De igual modo, añadió, que ‘el conflicto obliga a las personas a dejar sus hogares, tierras y trabajos. Altera la agricultura y el comercio, reduce el acceso a recursos vitales como el agua y la electricidad y, por lo tanto, impulsa el hambre y la hambruna’.
Debemos hacer todo lo posible para poner fin a este círculo vicioso, abordar el hambre es una base para la estabilidad y la paz, alertó, al tiempo que señaló la necesidad de transformar los sistemas alimentarios para hacerlos más inclusivos, resilientes y sostenibles.
A las 14:30 , hora local, está previsto un evento virtual con panelistas de alto nivel y expertos para promover, a partir de este reporte de la Gnafc, una reflexión y debate colectivos sobre sobre situación actual y desafíos futuros; oportunidades para una acción eficaz y compromisos políticos necesarios para erradicar las crisis alimentarias.
La publicación ocurre en medio de una creciente preocupación por la hambruna sin una acción humanitaria anticipada urgente, la cual resume un proceso analítico en el que participaron 16 socios facilitados por la Red de Información sobre Seguridad Alimentaria.
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