Bajo la convocatoria del titular de la unicameral legislatura, Nabih Berri, los 128 representantes discutirán el mensaje del mandatario en relación a los limitados poderes del gabinete ministerial para asumir responsabilidades en el período de vacancia.
Antes de abandonar el Palacio Presidencial de Baabda, Aoun firmó un decreto de dimisión del gobierno ante la falta de voluntad para su formación desde la reelección de Najib Miqati como primer ministro en junio pasado.
Por su parte, Miqati reiteró al legislativo el compromiso con sus deberes constitucionales, incluida la realización de negocios, a menos que el Parlamento tenga una opinión contraria, al considerar el documento de renuncia sin valor.
Desde la celebración de las elecciones parlamentarias en mayo último, el gobierno libanés se da por dimitido y cumple de manera interina sus deberes y responsabilidades constitucionales como el seguimiento de las tareas cotidianas sin grandes proyectos.
En este sentido, el texto del artículo 69 de la Constitución considera dimitido el gabinete si renuncia su jefe, pierde más de la tercera parte de los miembros, al inicio del mandato del nuevo presidente de la República, en el comienzo de la legislatura y cuando el Parlamento retira su confianza por iniciativa propia o votación.
Luego de cuatro sesiones fracasadas en el Parlamento, Líbano entrará mañana en un vacío de poder debido a la ausencia de consenso entre los bloques y fuerzas políticas para nombrar al próximo representante de la comunidad cristiana maronita en ocupar el cargo de jefe de Estado.
Según la Carta Magna, en la ronda inicial de votaciones, el candidato debe obtener dos tercios o 86 sufragios para ganar; en tanto, de acudir a segunda vuelta el postulante requiere de la mayoría de 65 votos.
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