De acuerdo con el reporte, divulgado este miércoles por la Gazzetta del Mezzogiorno, el récord anterior databa de 2009, cuando en todo el año ocurrieron 72 hechos de este tipo, pero entonces había siete mil reclusos más, y debe tenerse en cuenta que restan dos meses de 2022.
En los primeros nueve meses de este año, el número de estas muertes ascendía a 65 y había 54 mil 920 presos, por lo que la tasa de suicidios se calculó entonces en 13 por cada 10 mil personas encarceladas.
Los centros de detención más afectados por estos hechos son los de Foggia y Milan San Vittore, donde ocurrieron cuatro muertes, seguidos por los de Roma Regina Coeli, Monza, Florencia Sollicciano, Turín y Palermo Ucciardonem con tres suicidios en cada uno de ellos, precisa la fuente.
Una cifra que causa particular alarma es la de las cinco reclusas que se quitaron la vida entre enero y fines de octubre último en prisiones italianas, pues en 2019 no se reportó ningún caso y solo se registraron dos en 2020 e igual cantiad el siguiente año, agrega el análisis.
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