El especialista explicó que esto se logra mediante la adición de «contactos de pasivación» entre las partes de metal y silicio de la célula solar, haciéndola más productiva.
Añadió que tal hallazgo ayudará a acercar el rendimiento de las células solares de silicio a su límite teórico.
«Cada día, el sol produce significativamente más energía de la necesaria para alimentar a todo el planeta. La única limitación es nuestra capacidad para convertirla económicamente en electricidad», resaltó en un comunicado.
Las células solares son dispositivos que convierten la energía luminosa en forma de fotones en energía eléctrica y en su forma actual no funcionan a su máxima capacidad debido a las pérdidas eléctricas sustanciales asociadas con el contacto directo de los metales con el silicio.
Por su parte el doctor Lachlan Black detalló que los óxidos de metales de transición, como el óxido de titanio, tienen muchas cualidades que los hacen ideales como capas de contacto pasivantes.
Comentó que esta no es una idea nueva, pero la forma en que combinamos estas capas ha producido mejores resultados y voltajes operativos más altos que cualquier otro informe anterior.
De acuerdo con el documento el equipo de investigación espera desarrollar la tecnología hasta el punto en que pueda aplicarse a las células solares industriales a gran escala.
El mercado fotovoltaico es una industria multimillonaria, con células solares de silicio que contribuyen al 95 por ciento de todas las células solares comerciales.
Se prevé que sigan siendo dominantes en el futuro previsible dadas sus propiedades ventajosas en comparación con los competidores.
«Si tiene éxito, podríamos ver nuestra tecnología en casi todos los paneles solares nuevos instalados en su techo o plantas solares a escala de servicios públicos», señaló Black.
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