La llegada del mandatario colombiano, Gustavo Petro, no por anunciada, dejó de tener el impacto esperado después de tres años de ruptura diplomática y la permanente agresividad de la nación neogranadina con sus vecinos, mantenida por décadas después de la llegada al poder del comandante Hugo Chávez.
Petro y su homólogo venezolano firmaron una declaración conjunta en la que acordaron establecer un mapa de cooperación basado en los principios de hermandad, solidaridad y complementariedad que haga más efectivo el relacionamiento entre los dos países.
Sobre lo que fue discordia permanente por tanto tiempo, la frontera común, abierta el 26 de septiembre tras siete años de cierre, ambos gobernantes aseguraron la cooperación operacional para el trabajo coordinado en la lucha contra el delito trasnacional.
En ese sentido, convinieron en crear y activar mecanismos conjuntos de seguridad fronteriza para la protección de esa área de dos mil 200 kilómetros y de las personas que circulan por ella.
Los dignatarios manifestaron “su alta complacencia y satisfacción” por la misión histórica y feliz responsabilidad de reanudar las relaciones binacionales integrales entre los pueblos hermanos de Colombia y Venezuela.
Un paso importante derivado de este encuentro, y que apuesta por el reconocimiento de Caracas en el ámbito comercial y político en la región, fue la decisión del Gobierno bolivariano de reincorporarse a la Comunidad Andina de Naciones, símbolo de los nuevos tiempos.
Llegó también esta semana a Caracas, el presidente de Guinea Bissau, Umaro Sissoco, con quien Maduro firmó una declaración conjunta en la cual concertaron ampliar la agenda bilateral en los sectores energéticos, agrícola, comercial, pesquero, cultural, educativo y comunicacional.
Más allá de los beneficios mutuos en materia económica, ambos jefes de Estado coincidieron en impulsar una hoja de ruta para afianzar la cooperación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América–Tratado de Comercio de los Pueblos y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.
A ello se suma, la voluntad común de reimpulsar el mecanismo de integración birregional América del Sur-África, para recuperar estas reuniones y crear las bases sólidas para celebrar la IV cumbre entre ambas regiones.
También Maduro dio la bienvenida en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo, al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, con quien dialogó sobre la cooperación bilateral y de otros temas de interés común.
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