Durante su intervención en el debate general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27, subrayó que ese problema puede acabar con la existencia humana en el planeta.
En su opinión, el liderazgo político desde la primera COP ha fracasado en detener la causa del cambio climático.
«Cada vez más consumimos petróleo, carbón y gas e incluso, los tiempos que tendríamos para planificar la solución los hemos destinado a la guerra, la geopolítica, al dominio de la humanidady no a salvar la humanidad», recalcó.
Ante esto, Petro señaló que la solución está «en un mundo sin petróleo y sin carbón», para ello propuso un decálogo para enfrentar la crisis climática.
Manifestó que la banca privada y multilateral también debe dejar de financiar al sector de los hidrocarburos.
«El FMI debe iniciar el programa de cambio de deuda por inversión en la adaptación y mitigación del cambio climático» agregó.
Anunció que Colombia aportará 200 millones de dólares al año, durante dos décadas, para salvar la selva amazónica —uno de los pilares ambientales del mundo— y espera el aporte mundial en este propósito.
Reiteró que la crisis climática es producto de los mercados y de la acumulación de capital, y remarcó que solo podrá ser superada «si se deja de consumir hidrocarburos».
«Es hora de desvalorizar la economía de los hidrocarburos con fechas definidas para su final y valorizar las ramas de la economía descarbonizada. La solución es un mundo sin petróleo y sin carbón», aseguró.
Otro de los puntos centrales del decálogo es el nuevo llamado que hace el Presidente Petro al mundo para rescatar la selva amazónica, como uno de los pilares medioambientales planetarios, y anunció que Colombia aportará recursos durante dos décadas con este propósito.
«Hay que salvar los pilares del clima del planeta, antes que nada. La selva amazónica es uno. Colombia otorgará 200 millones de dólares anualmente durante 20 años para salvar la Selva Amazónica. Esperamos el aporte mundial, aseveró.
Abogó por una movilización de la humanidad para corregir el rumbo climático, que no será solucionado por los que llamó «tecnócratas influenciados, muchos, por los intereses de las empresas del carbón, del petróleo y del gas».
Dijo que será la ONU, la encargada de la planificación pública, global y multilateral, para hacer la transición del mundo energético a punta de combustibles fósiles, a las energías alternativas.
En un de los puntos de su decálogo, dijo que los tratados constitutivos de la OMC y el FMI van en contra de la solución de la crisis climática.
Por tanto se deben supeditar y reformar a los acuerdos de la COP y no al revés.
«Mientras mantengamos el actual tratado de la Organización Mundial de Comercio no avanzaremos, retrocederemos en la solución de la crisis climática y nos acercaremos cada vez más al final», manifestó.
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