Al intervenir en el Segmento de Alto Nivel en la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), el mandatario señaló que resulta doloroso tener que admitir, por partida doble, además, que la dimensión de esta crisis no nos toma por sorpresa.
Consideró que se ha perdido mucho tiempo y cada hora, cada mes, cada año de inacción, de vacilación, de indolencia, se traduce hoy en ecosistemas destruidos, en especies extintas y en el deterioro de las condiciones de vida.
Maduro indicó que ayer nos amenazaba el cambio climático, pero hoy es el colapso absoluto del ecosistema que se levanta frente a nosotros y apuntó que las proyecciones más vigentes advierten que de seguir a este ritmo autodestructivo, en 30 o 40 años será inhabitable el planeta.
Subrayó que los “terribles desequilibrios ambientales” que hoy afectan de manera dramática la vida en todo el mundo parecen indicar que el cambio climático es un hecho irreversible.
Recordó el discurso pronunciado por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en la Cumbre de Río de 1992, hace 30 años, cuando alertó que “una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.
El jefe de Estado suramericano afirmó que será inútil, como ha sido hasta el presente, cualquier esfuerzo que emprendamos por paliar las consecuencias de este desastre ambiental, si no tenemos el coraje de reconocer que el capitalismo salvaje y depredador, y no otra es la causa del desastre que se avecina.
Aseveró que el desequilibrio y la crisis ambiental creada en la naturaleza son equiparables a las condiciones de desigualdad e injusticia que el capitalismo ha creado contra la humanidad, un sistema, dijo, que ve recursos donde otras culturas ven la vida y lo sagrado.
Maduro llamó a afinar los mecanismos para que el auxilio financiero sea de “forma directa, justa, oportuna y expedita” de manera que llegue a los pueblos más afectados la indemnización por los daños ambientales.
También exhortó a concretar sin demoras ni artificios burocráticos el fondo de pérdidas y daños climáticos del cual se viene hablando hace unos años en cumbres anteriores y convocó a trabajar en esta propuesta hasta el último detalle de esta iniciativa impostergable.
Comentó que siendo la República bolivariana responsable de menos del 0,4 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, el pueblo venezolano debe pagar las consecuencias de un desequilibrio causado por las principales economías occidentales.
En opinión del gobernante, se agotó el tiempo de los discursos y también el de los lamentos y solo queda un presente para actuar radical y certeramente en favor de otro mundo posible y de una vida verdadera.
mem/jcd