Durante su discurso en el Segmento de Alto Nivel en la 27 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), el dignatario significó que esos pueblos, en sus milenios de existencia, jamás dejaron una huella irreparable sobre ese sagrado suelo.
Comentó que sostuvo un encuentro con sus pares de Colombia, Gustavo Petro, de Surinam, Chan Santokhi, y movimientos sociales sudamericanos para asumir responsabilidades como habitantes de Sudamérica en la salvación de la selva y biodiversidad del Amazonas.
El jefe de Estado subrayó que son los pueblos originarios quienes nos enseñan cómo salvar y como convivir con la naturaleza, que no es un ser aparte e inanimado, separado del ser humano, sino nuestra totalidad. Remarcó que las culturas ancestrales y originarias de todo un continente, desde los originarios Siux del norte de América hasta los Yanomamis del sur, concibieron la tierra como un ser vivo que siente, piensa como nosotros.
Despertemos a esta verdad y salgamos de la arrogancia antropocéntrica que nos impide ver lo sagrado del mundo, enfatizó.
Maduro advirtió que esta crisis climática tiene y tendrá consecuencias definitivas en el planeta que nos obligan a modificar el modelo de vida consumista.
Mencionó que el último informe de las Naciones Unidas sobre el cambio climático alertó que si no se reducen las emanaciones de gases de efecto invernadero como dióxido de carbono, metano y óxido ferroso al 50 por ciento, el daño será irreversible en tan solo ocho años.
Para el 2030 no habrá vuelta atrás en lo que estamos viviendo, afirmó, con tormentas, huracanes, lluvias, frío y calor extremo que cambian inesperadamente las condiciones de vida y más aún, comprometen nuestra existencia.
A juicio del mandatario, el calentamiento global está acabando con las especies en la tierra y “esto parece ser imparable”.
Expresó que cualquier acuerdo que se tome hoy debe atacar la raíz del problema y atender prioritariamente a los más vulnerables, así como tener en cuenta las singularidades de los países que conforman el mundo globalizado.
Con el objetivo, apuntó, de que se atribuyan, de acuerdo a la responsabilidad de cada nación en la destrucción del medio ambiente, tareas concretas para salvar a la humanidad y paliar los embates del desequilibrio ecológico.
Maduro convocó a afinar los mecanismos para que el auxilio financiero sea de forma directa, justa, oportuna y expedita, de manera que llegue a los pueblos más afectados la indemnización por los daños ambientales.
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