En un comunicado publicado en redes sociales, la cartera informa que este miércoles remitirá al TSE «el informe del trabajo de fiscalización del sistema electrónico de votación, realizado por el equipo de técnicos militares de las Fuerzas Armadas».
Luego de la celebración de la primera ronda de votación el 2 de octubre, el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, solicitó a Defensa el informe sobre la conclusión de la auditoría, pero, de vez en cuando, el ministerio indicó que solo entregaría después del segundo turno de referendo (30 de octubre), en un plazo de hasta 30 días.
Al solicitar que la Defensa se manifestara en 48 horas, De Moraes argumentó que las noticias de auditoría por las Fuerzas Armadas, mediante entrega de informe al candidato a la reelección, «parecen demostrar la intención de satisfacer la voluntad manifestada por el jefe del Ejecutivo, pudiendo caracterizar, en teoría, desviación de propósito y abuso de poder».
El timonel del TSE atendió un pedido del partido Red de Sustentabilidad (REDE), el cual alegó que existían evidentes ataques al proceso electivo por parte de Bolsonaro.
REDE denunció que el exparacaidista defendió en una transmisión en vivo por Internet que se hizo auditoría en las urnas y no por la propia Justicia Electoral.
Sostuvo que el derrotado presidente buscó siempre desacreditar el sistema de votación en el país y debilitar el Estado Democrático de Derecho.
Alertó también que resultan recurrentes e innumerables los ataques dirigidos a la legitimidad del sistema electivo, incluso buscando atribuir a las Fuerzas Armadas la indebida función de «poder moderador».
El partido recalcó que tal pretensión de participación desvirtuada y directa de las Fuerzas Armadas en el pleito electoral fue instrumentada concretamente por medio de innumerables sugerencias hechas a este tribunal, la mayor parte de ellas infundadas y sin cualquier soporte técnico.
Integrantes de Defensa rechazaron que haya existido algún tipo de presión por parte del excapitán del Ejército, quien ambicionaba reelegirse por el Partido Liberal, para que los militares no publicaran el informe después de la primera vuelta.
Bolsonaro llegó a defender una revisión alternativa de las elecciones y que dicha auditoría no podría financiarse con recursos públicos.
Las Fuerzas Armadas hicieron una fiscalización del funcionamiento de las máquinas electrónicas, a través del análisis de los boletines de urna, y también participaron de la prueba de integridad con el uso de la biometría de electores, uno de los pedidos hechos al TSE.
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