El nuevo paro de 24 horas fue convocado por el Sindicato Ferroviario, Marítimo y del Transporte (RMT) tras fracasar las negociaciones con la empresa TfL, a cargo de administrar el servicio de trenes y autobuses en la capital británica.
La TfL perdió una oportunidad de oro para avanzar en estas negociaciones y evitar la huelga, aseguró el líder del RMT, Mick Lynch, cuyo gremio exige a la patronal dar marcha atrás a sus planes de recortar unos 700 puestos de trabajo y de cambiar el esquema de pensiones.
Según Lynch, los trabajadores del metro de Londres, que es utilizado a diario por unos cinco millones de personas, están decididos a continuar con los paros intermitentes hasta que se encuentre una solución justa a sus demandas.
La huelga de este jueves afecta a las 12 líneas del “tube”, como llaman los británicos al servicio de transporte subterráneo, y sólo la recién inaugurada Elizabeth, que es administrada por otra compañía, está en funcionamiento.
Pese al caos y el malestar generados por el cierre de las estaciones en la hora punta de la mañana, varias organizaciones políticas y sociales, entre ellas, el Partido Socialista de los Trabajadores y la coalición pacifista Stop the War, y miembros del público expresaron su respaldo a la protesta en las redes sociales.
El exlíder del Partido Laborista británico y diputado Jeremy Corbyn, quien ahora se sienta como independiente en el Parlamento, también se presentó en una de las estaciones del norte de Londres para apoyar a los huelguistas que se manifiestan en el lugar, según reportes de la prensa local.
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