“El paro cívico está lejos de ser una protesta pacífica, ha generado muerte, dolor, violencia, racismo, discriminación, vulneraciones a los derechos humanos, pobreza y hambre”, afirmó al cifrar en cuatro muertos, varios heridos, una violación a una menor de edad y otras vulneraciones de los derechos humanos las consecuencias derivadas de la medida de fuerza hasta este jueves.
Agregó en conferencia de prensa que sucesos de este tipo no pueden repetirse “nunca más”, por tal motivo las autoridades trabajarán sin descanso para sentar un precedente y como gobierno presentaron denuncias dentro del territorio nacional y en el ámbito internacional.
En relación con el gobernador cruceño, Luis Fernando Camacho, y el presidente del Comité Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, impulsores principales del paro, sostuvo que “ya tienen las manos manchadas con sangre del pueblo”, en referencia a las cuatro vidas tronchadas en el contexto de los bloqueos y los ataques del grupo paramilitar Unión Juvenil Cruceñista en los 20 días transcurridos.
Subrayó que las advertencias de Camacho, Calvo y otros elementos generadores del terror respecto a la radicalización de las acciones por parte de los movilizados se cumplieron en cuanto al número de muertos, y enfatizó en que ellos son los responsables de la pérdida de esas vidas.
Prada enumeró los hechos de violencia registrados en los 20 días de paro, mostró videos con algunos testimonios y precisó que ya se recibieron 178 denuncias, sobre las que ya se iniciaron acciones legales.
Reiteró que los fallecidos son cuatro, el primero fue Julio Pablo Taborga, asesinado a garrotazos el 22 de octubre; el 28 de ese mes murió otro hombre por un choque vehicular en un punto de bloqueo; el 9 de noviembre pereció un motociclista degollado en un punto de bloqueo por un cable coaxial y 24 horas después se registró otra víctima en el sexto anillo de Santa Cruz.
La ministra criticó la agresión que calificó de “terrible” con tintes de racismo por parte del subgobernador cruceño de Ñuflo de Chávez contra mujeres indígenas de la nación ayorea.
Señaló que “el 9 de noviembre, en la Casa de la Mujer, en Santa Cruz, una asociación que trabaja por los derechos de las mujeres y niñas denunció que amedrentaron a la abogada de esta institución, y que advirtieron con tomar y cercar la institución por no acatar el paro”.
Finalmente, la ministra elogió al pueblo cruceño que levantó la voz contra todas estas vulneraciones, y fue el que enfrentó a Camacho y sus seguidores en vez del Gobierno.
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