En su primera gira por La Araucanía desde la toma de posesión, el presidente Gabriel Boric afirmó que esta instancia comenzará a funcionar en marzo próximo y tendrá una composición que incluya a las comunidades y dé garantías a todos los sectores.
“Esta no es una comisión para hacer un diagnóstico, es una comisión para que tomemos las recomendaciones hechas por los organismos nacionales e internacionales y buscar una solución al conflicto en la región, y de una vez por todas las hagamos realidad”, dijo Boric.
Según el mandatario, la entidad tendrá una agenda abierta donde todos podrán plantear sus puntos de vista, pero con un mandato muy específico: determinar con claridad la demanda de tierras y proponer mecanismos con plazos concretos para reparar la deuda con esa comunidad.
El mapuche es el pueblo originario más numeroso de Chile y desde hace décadas reclama la devolución de tierras ancestrales ocupadas por el Estado a fines del siglo XIX y que ahora están en manos de empresas forestales y agrícolas.
Durante los últimos años se registraron en la zona episodios de violencia que costaron la vida a comuneros a manos de agentes del Estado, así como también a no indígenas y fuerzas del orden.
En su gira por la llamada macrozona sur, Boric admitió que no será posible restituir todas las tierras porque muchas ciudades fueron construidas allí y deben ser preservadas.
También recordó que muchas personas que no pertenecen a esa comunidad se establecieron en la zona y echaron raíces y sus derechos también deben ser tenidos en cuenta.
Pero no por ello vamos a renunciar a buscar un entendimiento, dijo, y añadió que eso implica concesiones de todas las partes para construir una paz duradera, una convivencia pacífica con el fin de lograr la cohesión social que La Araucanía y Chile necesitan.
El presidente reconoció que este es un tema que el Estado nunca ha sabido abordar y mientras no se haga no será posible cumplir con las obligaciones a nivel internacional, ni sentar las bases para una solución al conflicto.
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