Según el diario The Guardian, Raab, quien fue despedido por Liz Truss tras la dimisión de Johnson, pero fue readmitido en el gabinete por el sustituto de esta, Rishi Sunak, creó una “´cultura de miedo” en el año en que estuvo al frente del ministerio de Justicia (septiembre de 2021 a septiembre de 2022).
El periódico agrega que el político se comportaba de forma maleducada y agresiva con sus subordinados, y que, a su regreso al cargo después del breve mandato de Truss, a 15 empleados que tenían temor de volver a trabajar con él se les ofreció «una salida».
El trato hacia los subordinados era humillante en lugar de exigente, y no solo se comportaba de forma poco profesional sino también intimidatoria, señala el diario.
La cadena pública BBC también dijo que recibió denuncias sobre el comportamiento de Raab en las reuniones, aunque aclaró que hasta el momento no existe una acusación formal contra el ministro.
Las presuntas quejas de algunos empleados del ministerio de Justicia salieron a la luz pocos días después de la renuncia del ministro de Gobierno Gavin Williamson, acusado también de acosar a sus subordinados.
Las denuncias contra Raab acrecentaron las criticas de la oposición a Sunak, quien ya se encontraba bajo fuego por el nombramiento de Williamson y por reinstalar a Suella Braverman como ministra del Interior después que ella misma admitiera que violó los protocolos de seguridad al compartir información oficial a través de su correo electrónico personal.
Cada nuevo escándalo hace más evidente que es (Sunak) un líder débil, que pone la administración del partido por encima de los intereses nacionales, afirmó la segunda jefa del Partido Laborista, Angela Rayner, quien pidió investigar las acusaciones contra el ministro de Justicia.
Los liberales demócratas también pidieron al primer ministro conservador que ordene de inmediato una investigación, porque esos reportes, dijo la vicepresidenta Daisy Cooper, no pueden ser barridos bajo la alfombra.
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