Me temo que todos tendremos que pagar un poco más de impuestos, admitió Hunt en declaraciones a la televisora Sky News.
Según el funcionario, esas medidas permitirán reducir una tasa de inflación interanual que superó el 10 por ciento en octubre, controlar los precios de la electricidad y del gas, y sanear la economía.
Estamos en una situación donde el mundo ha cambiado de forma dramática en el último año, pero el plan que hemos diseñado nos ayudará a recuperarnos, agregó el titular de Hacienda, quien prometió sacar al país de la recesión que se avecina de la forma más rápida y menos dolorosa posible.
Aunque no adelantó detalles sobre las medidas fiscales que serán anunciadas el 17 de noviembre, la edición dominical del diario Telegraph señaló que el Gobierno conservador rebajará el tope a partir del cual las personas deben pagar un 45 por ciento de impuesto sobre sus ingresos.
Hasta el momento, esa cifra solo se aplica para quienes devengan más de 150 mil libras esterlinas (unos 177 mil dólares), pero según el periódico, ese techo máximo bajará hasta las 125 mil libras (148 mil dólares).
Como parte de los planes del primer ministro Rishi Sunak para estabilizar la economía después del caos financiero provocado por su antecesora, Liz Truss, y cubrir un déficit presupuestario calculado en unos 55 mil millones de libras (65 mil millones de dólares), se prevé también un fuerte recorte en el gasto público y en los beneficios sociales.
En respuesta a las declaraciones de Hunt, su contraparte en el llamado gabinete a la sombra (opositor) y diputada laborista, Rachel Reeve, dijo que el ministro de Hacienda debería aplicar otras medidas, en lugar de poner todo el peso de la crisis del costo de la vida sobre los hombros de los trabajadores.
De acuerdo con Reeve, una opción justa sería aumentar los impuestos sobre las personas más ricas y las grandes corporaciones, y aplicar un gravamen único sobre las ganancias extraordinarias que obtienen las trasnacionales petroleras.
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