Según las autoridades electorales, de los 49 asientos definidos hasta este sábado, el SNP ya aseguró 40, por lo que necesita apenas 15 más para tomar el control absoluto del Parlamento de Escocia de 129 escaños.
Los independentistas escoceses que llevan 14 años en el poder anunciaron que de alcanzar la mayoría legislativa iniciarían una batalla legal y constitucional para organizar otra consulta sobre el destino de ese territorio británico.
Londres considera, sin embargo, que el referendo de 2014, cuando el 55 por ciento de los escoceses votó a favor de permanecer dentro del Reino Unido, fue concluyente, mientras que el primer ministro británico, Boris Johnson, tachó de irresponsable y temeraria la idea de repetir la consulta.
No creo que este sea el momento de tener más disputas constitucionales ni de hablar de dividir el país, cuando la gente lo que quiere es que la economía sane y que nos recuperemos todos juntos, recalcó el gobernante conservador en entrevista con el diario The Telegraph.
El SNP y su líder, Nicola Sturgeon, argumentan que el Brexit trastocó el escenario político y social, pues la mayoría de los escoceses (62 por ciento) quería permanecer dentro de la Unión Europea, pero fueron obligados a abandonar el bloque junto al resto del Reino Unido en 2020.
Al margen de la votación del jueves pasado en Escocia, los británicos también están deseosos de conocer como quedará el panorama político en el resto de Gran Bretaña, tras la elección de cinco mil concejales, 13 alcaldes, 39 comisionados de Policía, los 60 miembros del parlamento galés y un diputado a la Cámara de los Comunes.
Hasta el momento, lo más significativo fue la derrota que sufrieron los laboristas en Hartlepool, donde los conservadores le arrebataron el escaño que tenían en el Parlamento británico desde 1974.
La puja por la alcaldía de Londres, donde el laborista Sadiq Khan parecía encaminado a la reelección, podría complicarse con el repunte logrado por su rival conservador en el conteo.
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