Un reporte de la televisora Fana Broadcasting Corporate reveló que el representante del organismo aquí, Mamadou Dian Balde, instó a las agencias y socios de la ONU, aunque también dirigió la exhortación a todas las naciones desarrolladas y organizaciones regionales.
Muchísimos ciudadanos precisan asistencia para cubrir necesidades básicas y es preciso ejecutar grandes obras de reconstrucción con urgencia. El gobierno realiza importantes esfuerzos, pero requiere ayuda para acelerar las operaciones humanitarias y de recuperación, comentó.
Son enormes las necesidades de salud, educación, vivienda, agua y saneamiento de residentes en las zonas fronterizas de los estados de Tigray, Afar y Amhara, que exigen nuestra atención, aseguró.
Balde explicó que la entidad encargada de proteger a refugiados y desplazados “trabaja muy de cerca con las autoridades federales y mantiene equipos en varias ciudades de las tres regiones”.
Acnur está listo para aumentar la ayuda y apoyar los esfuerzos del gobierno, con el cual mantiene una fuerte asociación, pero necesita apoyo de la comunidad internacional para lograrlo, reiteró.
También, afirmó, auxiliamos a miles de etíopes desplazados y gestionamos la seguridad de refugiados atrapados en el fuego cruzado del enfrentamiento, incluidos unos tres mil eritreos reubicados voluntariamente en el campamento de Alem Wach (Gondar).
La gente, señaló, está aliviada y vuelve poco a poco a los lugares afectados por la guerra, tras las medidas para poner fin al conflicto del gobierno con el Frente de Liberación Popular de Tigray.
Apoyamos el proceso pacificador liderado por la Unión Africana. Y ahora la solidaridad con Etiopía es necesaria, porque ha acogido refugiados durante siglos y realiza esfuerzos para atenderlos apropiadamente, subrayó.
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