Lasso visitó este martes las instalaciones del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), donde verificó el funcionamiento de las nuevas salas de análisis y monitoreo de los centros penitenciarios.
El sistema, que costó 1,2 millones de dólares, cuenta con inteligencia artificial y cámaras de reconocimiento facial para alertar y prevenir de inmediato posibles disturbios en las prisiones, informó la Secretaría de Comunicación de la presidencia
No existía esta tecnología para un control a tiempo de los sucesos que puedan darse, señaló el jefe de Estado, quien detalló la existencia de dos salas similares para esa función, una en Quito y otra en Guayaquil, las cuales comenzarán a operar el próximo 1 de diciembre.
Contamos también con cámaras que se ubicarán en el cuerpo de los agentes penitenciarios y transmiten en vivo, así como con un sistema de posición satelital que servirá, por ejemplo, para vigilar los traslados de reclusos, manifestó el gobernante.
Por su parte, Guillermo Rodríguez, director del SNAI, aseguró que esto permitirá anticipar, evaluar y supervisar comportamientos y protocolos en caso de motines u otra situación similar.
Desde el 23 de febrero de 2021, en Ecuador se han registrado 11 masacres carcelarias en seis prisiones de cinco ciudades.
La más reciente ocurrió el viernes pasado en la cárcel El Inca, en el norte de Quito, donde 10 internos fueron asesinados.
La crisis carcelaria es una de las aristas de la ola de inseguridad que sufre esta nación suramericana, cuya tasa de homicidios alcanzó las 20 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, la mayor de su historia.
Para los analistas, ese panorama se debe a la acción de las bandas criminales en el nuevo papel de Ecuador en las rutas del narcotráfico y al abandono del Estado en muchos territorios, donde no llegan políticas e inversiones de desarrollo social.
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