Surgido al calor del V encuentro Latinoamérica Cambió, en el que participaron 70 representantes de 15 países, el documento consta de 33 puntos muy específicos abocados a sentar posiciones y brindar herramientas para luchar contra los problemas más acuciantes que sacuden al planeta.
El Manifiesto, construido por los miembros del Grupo, al cual pertenecen los presidentes Alberto Fernández (Argentina) y Luis Arce (Bolivia), otros nueve exmandatarios, cancilleres exministros, entre otras personalidades, se elaboró durante seis meses y se someterá al debate público, tanto en organismo internacionales como a través de redes sociales.
De acuerdo con el Grupo, en términos económicos se plantea recuperar el rol activo y protagónico del Estado, promover la justicia fiscal implementando impuestos directos y progresivos dirigidos a grandes empresas y actores del sistema financiero y la creación de valor de las cadenas sociales de producción con eslabones productivos incluyentes.
Entre los puntos, el Grupo de Puebla hace énfasis en las urgencias sociales de la crisis pandémica y pide establecer una Renta Básica Solidaria por el período que duren los efectos de la pandemia además de asumir la salud como bien público global construyendo sistemas universales de salud pública.
Otro de los apartados del Manifiesto rechaza las guerras jurídicas (lawfare) y la guerra híbrida que atenta el curso de las democracias de la región, recortando derechos políticos de plataformas o partidos progresistas.
Esto, en contraposición a la avanzada neoliberal, liderada por Estados Unidos, para extender o mantener su dominio sobre las regiones al sur de su territorio, señala el documento.
Los miembros de la alianza además expresan su apoyo al multilateralismo y a la multipolaridad mediante una reforma del sistema de Naciones Unidas para fortalecerlo y una convergencia de mecanismos de integración subregional, entre otros puntos.
‘Nos urge trabajar en un proyecto político que conmueva y convenza a las y los supervivientes del viejo modelo de que aún existen en América Latina y el Caribe utopías alternativas posibles. La utopía posible que hoy nos reúne es la construcción del nuevo ser progresista latinoamericano’, señala el Grupo.
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