El 6 de mayo la cancillería colombiana declaró persona non grata al primer secretario de la embajada de Cuba, Omar Rafael García, bajo el argumento de desarrollaba actividades incompatibles con su funciones.
La decisión fue objetada por varias fuerzas políticas incluido el Pcocol que ve en el hecho una falta hacia un país que desinteresadamente ha apoyado la búsqueda de la paz, así como un acto de oportunismo político.
‘Este hecho es una demostración de incoherencia y un gesto de hostilidad hacia un país hermano que el gobierno quiere utilizar en el marco de la actual crisis política para dañar las relaciones con Cuba que es, además, un país garante del Acuerdo Final de Paz’, señala el documento firmado por el Comité Central de ese partido.
La organización comunista llamó a todos los sectores democráticos a apoyar que se preserven los lazos de amistad con Cuba, y fortalezcan las relaciones diplomáticas bilaterales en un contexto de respeto.
También a que el Estado colombiano sea consecuente con una política exterior ‘que refleje la independencia y la soberanía del país para definir quiénes son sus amigos, sin intervención de presiones externas e internas, enemigas de la paz’.
La acusación y consecuente expulsión de Omar Rafael García fue tajantemente rechazada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba que la calificó de decisión infundada y acto inamistoso.
‘Ratificamos que los diplomáticos cubanos cumplen con seriedad y rigor sus obligaciones derivadas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Demandamos que se expongan los supuestos motivos para esta insólita decisión’, dijo el director general para América Latina de la cancillería cubana, Eugenio Martínez.
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